Es conocida como la “Cruz del Año Santo”, la “Cruz del Jubileo”, la “Cruz de la JMJ”, la “Cruz peregrina”; muchos la llaman la “Cruz de los jóvenes”, porque ha sido entregada a ellos para que la lleven por todo el mundo, a todos los lugares y en todo tiempo. Ésta es su historia: Era en 1984, Año Santo de la Redención, cuando el Papa Juan Pablo II decidió que tenía que haber una cruz – como símbolo de la fe –. La Cruz que Juan Pablo II entregó a los jóvenes cerca del altar mayor de la Basílica de San Pedro, donde todos pudiesen verla. Así fue instalada una gran cruz de madera, de una altura de 3,8 m, tal como él la deseaba.
¡En nuestra diócesis sólo ha estado durante 24 horas! Y los alumnos de cuarto de la ESO han tenido el honor de portarla en su camino hacia la Catedral